Hay algo de
flor en la sombra
que crece y
dilata y enciende
la espina del
cuerpo arrojado
hacia su propio
desdoblamiento
de ruinas
planas y abejas
que no se tocan
salvo en la sangre
de un jardín
transparente
en donde la
vida transcurre
bajo un río de
pétalos ciegos.
Óscar... cubrirme con un río de pétalos ciegos quiero.
ResponderEliminarTe abrazo!
Ya estás cubierta por la poesía, saludos y bss querida María! Gracias!
EliminarHola Óscar, soy Amanda.
ResponderEliminarMe gusta tu rincón,
sigo por aquí pendiente de nuevos versos.
Un abrazo.
Hola Amanda, muchas gracias y un placer tenerte por aquí, seguro que pronto coincidimos en una jam o por las calles, abrazote!
ResponderEliminarPintas un paisaje muy interesante Óscar.
ResponderEliminarMe gusta tu jardín transparente donde el alma es una flor que no tiene miedo de sombras.
Me quedo.
Saludos,
Clara